Parque Tagua Tagua

Una travesía por bosques de alerce

¿Sabes dónde queda el parque Tagua Tagua? ¿Una pista? Posee uno de los escenarios mas increíbles de Chile: un antiguo bosque de alerces hundidos y se ubica al centro de un área protegida privada dedicada a la conservación, la investigación científica y el ecoturismo.

Enclavado en la Patagonia verde, en la cuenca del río Puelo, esta reserva privada ofrece 3000 hectáreas de imponentes montañas de granito, cascadas, lagunas, bosques milenarios, ríos y mallines que se descubren a través de sus 24 kilómetros de cuidados senderos. Con estrictos protocolos de protección, desde mucho antes de que llegara la pandemia, se puede visitar solo con reserva previa.

Desde el comienzo, esta es una travesía diferente. Pues la entrada al parque está oculta y se llega a ella solo navegando y con guía. El ferry (también hay lancha privada) parte desde Punta Canelo en la comuna de Cochamó, hasta Puerto Maldonado en el río Puelo, donde se hace transbordo a la lancha del parque para continuar el viaje. Este recorrido en si mismo ya es una experiencia que te desconecta, no importa de donde vengas. La lancha se detiene cerca de El Salto, una cascada de 40 metros. A simple vista pareciera no haber nada más que el agua cayendo y una cuerda para ayudarte a escalar y entrar en el bosque.

A pocos metros está la caseta del guardaparques, quien entrega las instrucciones del recorrido y las reglas para minimizar el impacto de los visitantes en el ecosistema. Además, tendrás que enjuagar la planta de tus zapatos para evitar la propagación del alga Didymo, una especie invasora que puede cubrir el fondo de ríos, lagos y arroyos destruyendo la cadena trófica. Allí también hay una bodega que sirve de custodia básica para guardar las pertenencias que no necesites transportar. A 500 metros se ubica el refugio Notros, con capacidad para tres personas. También un camping con 10 sitios para carpas. Su gran terraza es un lugar privilegiado para apreciar el lago Tagua Tagua y la cuenca del río Puelo.

El área es una concesión otorgada por Bienes Nacionales a la Universidad Mayor en 2013, para el desarrollo de un proyecto de conservación de la biodiversidad y de turismo en intereses especiales, donde el énfasis de la experiencia es el conocimiento y la ciencia. El parque se encuentra bajo la administración y operación de la Sociedad Miralejos Chile Adventure. El estándar de los puentes, senderos y refugios son de alto nivel, cómodos y emplazados en lugares que deben ser de los más bellos del país. Solo se admiten visitantes previa reserva por la página web (www.parquetaguatagua.cl) y el aforo es de 42 personas por día y 25 por noche. Esto hace más íntimo el contacto con la naturaleza.

Paisaje prehistórico

El sendero —en total todos suman 24 km— parte con una subida fuerte de unos 100 metros de desnivel, para atravesar un bosque de arbustos bajos. Después de 30 minutos se entra en un bosque más alto y tupido formado por mañíos, coigües, lengas y arrayanes, además de helechos y musgos que cubren las rocas. Los cientos de sonidos y la humedad crean una atmósfera única. El sendero de 6,5 km va subiendo y bajando durante unas 4 horas, hasta llegar a la laguna Alerces, donde está el refugio del mismo nombre. Ahí se puede descansar o pasar la noche (aforo de 10 personas). Desde su muelle-terraza se aprecia una postal conmovedora y que es símbolo del parque: un bosque de alerces hundidos, que se refleja en el agua junto a las montañas.

Desde aquí parte un recorrido de unos 4 kilómetros. El camino sigue cerro arriba por un bosque cada vez más tupido y grande. El entorno es alucinante, las especies nativas cubren el cielo en la mayoría del trayecto, abriéndose cada ciertos tramos para dejar ver lo que lo rodea: enormes paredes de granito que se ven a lo lejos. Más adelante se llega a los senderos alternativos de la cascada Flaca, con una pequeña laguna azul a sus pies, y la cascada Grande, que cubre toda la roca que baja desde la ladera del cerro. Ambos caminos son cortos, de no más de 10 minutos y permiten acercarse a los pies de cada cascada.

Después que pasas las cascadas, el sendero se vuelve empinado, incluso con escaleras. Comenzarás a subir la mayor pendiente del recorrido: unos 180 metros de desnivel. A medida que avanzas, el bosque empieza a cambiar: aparecen los alerces milenarios y los cipreses. Después de, más o menos, una hora de subida, se llega a un plano donde se camina entre cipreses y una zona muy húmeda llena de vegetación protegida. Son los mallines, una especie de humedal. Luego de unos minutos está el refugio Quetrus, que cuenta con varias colchonetas, cocina a leña y una radio para comunicarse con el guardaparques.

A la salida del refugio hacia la laguna, encontrarás una terraza con vistas espectaculares a las montañas de granito. Si te instalas allí durante la noche, es un espectáculo solamente escuchar el bosque: aves, sapos y otros animales hacen su vida en libertad. A su alrededor, cerros verdes, niebla colándose en la cima de los cerros, un paisaje prehistórico que jamás olvidarás.

Si amas la naturaleza exuberante este es un imperdible de la conservación y un parque modelo en sustentabilidad que debes conocer. Si bien en sus senderos hay tramos de gran pendiente, su dificultad de recorrido es media. Y también se puede conocer por etapas, eligiendo desde la más simple: quedándose en el sector de la recepción, hasta la más agotadora subiendo cerca de las montañas de granito. El mayor esfuerzo radica en el tiempo de caminata, pero vale la pena cada paso en este paisaje único, verde, fantástico.

RECOMENDACIONES PARA UN VIAJERO SUSTENTABLE

• Nunca salirse del sendero establecido.
• Obviamente traer toda la basura de vuelta, incluida la orgánica. Como siempre en cualquier sendero, no dejar rastro.
• Todo en Tagua Tagua es asombroso, por ello hay que conservarlo; por ningún motivo cortes plantas, tallos, raíces, maderas, flores ni frutos. Recuerda que es un sitio de conservación.
• El parque no permite mascotas por tratarse de una zona en la que se protege la fauna silvestre autóctona.
• No realizar fogatas en los lugares no habilitados y sin supervisión y autorización del guardaparques.
• No realizar ningún tipo de pesca dentro del parque. Además, está prohibido tocar a los animales, anfibios, etc.