P. N. Glaciares de Santiago: la reserva que estábamos esperando

Suena increíble: 368 glaciares, 75 mil hectáreas de superficie silvestre y varios macizos ícono de la Región Metropolitana como el Nevado Piquenes o el Tupungatito. Todo esto será patrimonio natural de todos los chilenos desde este año, gracias al anuncio de una nueva zona protegida en la capital. Aquí, recogimos las mejores huellas para saber dónde está, cuándo visitarlo y qué esperar de este nuevo santuario.

Magníficas cumbres sobre los 5.000 metros de altura. Lagunas de color azul profundo, inmensos bofedales verde claro y cientos de lenguas de glaciares. La Cordillera de Los Andes, aquí, a solo 60 kilómetros de Santiago, esconde cascadas inmensas, lagunas vírgenes, increíbles geositios, quebradas y ecosistemas de montaña que pasarán a formar parte del Parque Nacional Glaciares de Santiago: la nueva zona silvestre que protegerá 75 mil hectáreas de ecosistemas nativos de la Región Metropolitana.

La novedad se anunció hace unas semanas, luego que se oficializara la protección del 56 por ciento del agua almacenada en los 368 glaciares dispersos por las cumbres más altas de la cordillera de Los Andes. Sí, todo en la Región Metropolitana y luego que las demandas de la iniciativa ciudadana #QUEREMOSPARQUE, que hace años viene demandando la protección de las vida silvestres de la cordillera santiaguina, diera frutos.

Pero, ¿dónde se extiende? El área se demarca entre las cuencas del río Olivares y el río Colorado. Dos gigantescos valles ubicados justo detrás de Santiago, de camino al Cajón del Maipo, por la ruta que llega desde Lo Barnechea. El total de hectáreas protegidas se encuentran en zonas de altura, que superan los 3.600 metros, y están incluidas en un proyecto que continúa en movimiento, ya que en una segunda etapa se espera incluir otras 67 mil hectáreas aledañas ubicadas ya en zonas más bajas y alcanzables por visitantes comunes y corrientes.

Montañistas y exploradores reconocidos en el mundo del andinismo chileno, como el explorador Cristián Donoso o la fotógrafa Ximena Salazar, bien conocen esta zona. La mayoría de ellos ha logrado largas exploraciones subiendo macizos ícono de la Región Metropolitana como el Tupungato, Tupungatito, Polleras, Nevado Juncal, Tronco, Chimbote, Trono, Solari, Sierra Bella, Trono, Nevado del Plomo, Nevado Piuquenes y Alto San Juan, entre muchos otros. Todos ellos serán resguardados con el nuevo Parque Glaciares de Santiago, pero ojo, no hay que descuidarse: estos sitios, aún no están aptos para ser visitados por personas poco experimentadas en vida de montaña. Ya que hablamos de un territorio de altura con múltiples dificultades técnicas y peligros y, también, no existen ni senderos, guardaparques o infraestructura suficiente como para recibir visitantes no expertos.

De ahí, los esfuerzos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) por ampliar lo antes posible el perímetro del Parque Nacional a zonas más bajas para que el polígono del Parque abarque zonas aledañas accesibles y de conocida belleza escénica, como por ejemplo, el Gran Salto del Olivares —para muchos la cascada más grande de Chile con 500 metros de caída a donde se llega tras una caminata de tres días— o los baños Azules, unos pozones de agua azul intenso ubicados en la entrada del río Colorado.

El biólogo Víctor Lagos, jefe del departamento de Monitoreo y Desarrollo de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, bien conoce estas limitaciones que tiene el proyecto actual, pero también reconoce con orgullo los avances que implica la creación de un Parque Nacional de altura. Este Parque Nacional, dice el biólogo, es atípico porque usualmente las zonas a proteger son cercanas a sitios accesibles. Pero, cuando hablamos de territorios tan altos es difícil crear senderos. Aunque aclara: “estamos protegiendo más de 25 hectáreas de aguas, de zona glaciar. Entonces con esta medida no solo estamos cuidando el agua para Santiago, sino también el agua que sustenta el piso ecosistémico de esa zona. Y eso es un avance increíble para las futuras generaciones”, señala.

Además, según Víctor Lagos, desde el comienzo la idea fue incluir zonas más bajas, pero sin dejar de lado a las personas que viven y trabajan en ellas. “El plan es añadir de forma gradual las 65 mil hectáreas aledañas al parque, pero paso a paso, ya que esto implica cambiar el uso del territorio. Mover ganadería, minería y a las personas que trabajan en este sector a otras zonas. Entonces y en definitiva, la idea es generar acuerdos con la comunidad local, para que, en un futuro cercano, el parque crezca de las 75 mil hectáreas actuales, a 144 mil, que es casi el doble”, dice.

Con todo esta planificación, el biólogo no solo alude a la protección de los cursos de agua de esta zona, sino también a la flora y fauna que se resguarda al proteger la cordillera. Hablamos de una vegetación de bosque esclerófilo, ecosistemas de cordillera con llaretas y coirones y más de 35 especies de animales nativos como el zorro colorado, el quique, el guanaco, el gato colo colo, el cóndor, el halcón peregrino, el cernícalo o el sapo espinoso, solo por nombrar algunos.

Para que el Parque Nacional Glaciares de Santiago sea realidad, quedan unos seis meses antes de que el anuncio presidencial sea ratificado por la burocracia involucrada y aunque las prioridades están en crear infraestructura segura apenas se confirme la creación del parque, se puede venir a conocer la zona contratando un tour operador dedicado al geoturismo o a las cabalgatas en las faldas de la cordillera metropolitana. Para hacerlo, recomendamos la agencia G Bike Tours que ofrece paseos guiados a la zona baja del futuro Parque Nacional.

Aunque ojo: son recorridos de trekking extensos que requieren de resistencia física y ánimo. Por eso, te recomendamos buscar una forma segura para poder recorrer y sorprenderte con las cascadas, lagunas y quebradas que albergará el Parque Nacional Glaciares de Santiago.

Para ir:

G BIKE TOUR. El Añil 22859, San José de Maipo. Cel: +56 9 8268 4784. www.Gbiketours.cl