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Por la ruta Chinchorro

Fecha de Publicación: 2022-08-17

Por la ruta Chinchorro
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Arica - Por la ruta Chinchorro

¿Sabías que las momias más antiguas del mundo no están en Egipto, sino que en Chile? Son parte de la cultura Chinchorro, se encuentran ubicadas en el extremo norte del país, y recientemente fueron declaradas, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad. Motivo de orgullo y excusa perfecta para aprovechar de ir en estas vacaciones de invierno con tus hijos.

En esta ruta se mezcla la aventura con la historia. Estamos hablando de una ciudad que convive, a diario, entre el presente y el pasado, pues suelen aparecer restos arqueológicos cuando se construye o después de algún movimiento sísmico. “Arica es una gran necrópolis, donde vayas puede haber antiguos cementerios. La gente, de a poco, ha aprendido a convivir con estos primeros habitantes. Se identifica con esta cultura y la hace propia”, advierte Bernardo Arriaza, antropólogo de la Universidad de Tarapacá e investigador de este pueblo pionero en efectuar la momificación artificial.

Cuerpo 1 Chinchorro

Los ariqueños no sólo están aprendiendo a respetar todos los hallazgos que hoy permanecen incluso bajo sus casas, sino también se preparan para recibir a nuevos turistas. Son muchos los interesados en saber más sobre este grupo de pescadores que vivió entre el desierto y el mar y que comenzó a preservar cuerpos desde el 5000 a.C. Pensando en el más allá, convirtieron a sus seres queridos en momias rojas, con vendajes o con pátinas de barro. Nada quedaba al azar. “Toda la tradición mortuoria de los Chinchorro refleja también una obra creativa, pues fueron capaces de transformar a sus muertos en verdaderos iconos”, añade Arriaza.

¡Chinchorrízate!

Arica cuenta con 22 kilómetros de playas y olas perfectas para el surf. Las mismas costas por las que anduvieron los primeros habitantes del desierto, hoy son visitadas por pescadores, deportistas y turistas. En este escenario, la ruta Chinchorro empieza a ganar un lugar importante. En la actualidad, existen dos museos, el de San Miguel de Azapa y el de sitio Colón 10; sin embargo, hay un tercero que está comenzando a levantarse y que abrirá sus puertas a fines del próximo año, contiguo al Museo Antropológico de Azapa. Contará con varias salas, centrándose en el concepto de vida después de la muerte, las técnicas de subsistencia, el valor del ecosistema marítimo y la relevancia de la pesca artesanal. “Queremos que Arica y toda la región tenga el sello de la cultura Chinchorro y este museo va a contribuir a eso. Cuando pensamos en 10 mil años atrás, recordamos a nuestros antepasados y vemos cómo sorteaban las dificultades y cómo concebían la vida y la muerte. ¡Son nuestros orígenes!”, enfatiza Jorge Díaz, gobernador de la Región de Arica y Parinacota.

Cuerpo 2 Chinchorro

El entusiasmo es colectivo. Se están abriendo nuevos espacios y recuperando sitios, como los faldeos del Morro. Ahí, la Universidad de Tarapacá ha trabajado con las comunidades que habitan el sector para educarlos y, así, poder resguardar mejor esta zona donde se han encontrado restos de la cultura. No faltan tampoco los vecinos que están esculpiendo pequeñas figuras de madera inspiradas en las momias, como así también los grupos de teatro, raperos y bandas de jazz dedicados a transmitir historias sobre estos primeros habitantes. “De a poco nos estamos chinchorrizando”, añade, medio en broma medio en serio, José Barraza, secretario ejecutivo de la Corporación Chinchorro Marka, entidad responsable de proteger los sitios arqueológicos de la zona. Las mismas costas por las que anduvieron los antiguos pescadores hoy son preservadas como lo exige la Unesco. En Caleta Camarones, pueblo pesquero situado a 117 km de Arica, por ejemplo, estudian la factibilidad de construir un sendero que proteja los hallazgos que permanecen a la vista. Será un complemento de la señalética con realidad aumentada que hoy se ofrece entregando información arqueológica a partir del uso de un código QR.

Cuerpo 4 Chinchorro

Museos y paseos

Hace unos años el arquitecto Fernando Antequera compró una casa, de adobe y madera, levantada durante el siglo XIX. Su intención era convertirla en un hotel; sin embargo, al momento de hacer excavaciones, empezaron a aparecer osamentas humanas. Muchas. La historia cambió el curso de inmediato pues tenían a la vista un antiguo cementerio. La construcción alberga hoy el Museo de sitio Colón 10, nombre que alude a la dirección de la calle. En su interior, figura, a nivel de suelo, una gran plataforma de vidrio por donde es posible ver cuerpos no momificados y evidencia funeraria de la cultura Chinchorro. En el segundo piso, exhiben réplicas de momias, como las conservadas por el Museo de San Miguel de Azapa. Este último -ubicado en el km 12 del valle de Azapa- también merece una visita. Perteneciente a la Universidad de Tarapacá, ofrece una mirada más amplia de este grupo humano que habitó esta zona hace 7 mil años. Por un lado, explican cómo eran las prácticas mortuorias y, por otra parte, describen sus ecosistemas situados en los valles de Camarones y de Lluta.

Cuerpo 3 Chinchorro

Si bien es cierto que gran parte del patrimonio Chinchorro permanece bajo tierra, también puedes empaparte de esta cultura visitando lugares, como el humedal del río Lluta. Por ahí estuvieron estos primeros pescadores y es hoy, además, un Santuario de la Naturaleza que acoge a unas 130 especies de aves.

La ruta Chinchorro termina bien si llegas a las Cuevas de Anzota, situada a 12 km de la playa Corazones, de Arica. Entre acantilados, senderos interpretativos y escaleras, puedes acceder a este sitio costero donde una vez se encontraron cuerpos momificados. Un refugio Chinchorro que hoy ofrece no sólo una mirada distinta, sino también un buen escenario para practicar trekking y escalada. Especial para familias inquietas.

Recomendaciones para el viajero sustentable:

  1. En zonas costeras, prefiere siempre los senderos demarcados.
  2. No olvides que los restos arqueológicos tienen su lugar y no deben ser removidos.

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