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Surf inclusivo: ¡Todos a la tabla!

Fecha de Publicación: 2022-03-14

Surf inclusivo: ¡Todos a la tabla!
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Esperar en la tabla. Respirar profundo. Sentir un poco de nervios. Escuchar el mar que, de pronto, te eleva y desliza suavemente mientras el viento te acaricia en la cara. Sonreír con emoción después de que lo lograste: has surfeado tu primera ola.

Hacer algo por primera vez es algo que nunca se olvida. Y con nuestras playas privilegiadas, lo ideal sería que todos -sin importar tu condición- pudiésemos aprender a surfear si es que tenemos las ganas.

Esa es precisamente la propuesta de Wheel The World (@wheeltheworldcl), una organización especialista en turismo inclusivo, que este verano se empeñó en que “todos se suban a la ola” entregando más y mejor acceso a playas para personas con discapacidad en Chile.

Con ese fin instalaron pasarelas para sillas de rueda en los balnearios de Pichilemu, Matanzas, Puertecillo y La Serena; y a eso sumaron una silla anfibia para que puedas bañarte en el mar en cada uno de estos lugares sin ninguna dificultad. Pero la iniciativa no quedó sólo ahí. Estos bellos balnearios además poseen las condiciones idóneas para la práctica de surf. “¿Por qué no aprovecharlas todos entonces?”, pensaron. Y así, sin dudarlo, habilitaron también clases de surf adaptado con tablas modulares que pueden modificarse según tu necesidad.

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Surfeando en Matanzas y Puertecillo

Isabel Aguirre es product manager de Wheel The World. A los 18 años sufrió un accidente que hoy la obliga a trasladarse en silla de ruedas, experiencia que también fue el motor de su vocación para ayudar a otras personas en esa misma situación. Ella también, estos últimos años, se ha convertido en toda una entusiasta del surf.

“La experiencia de surf adaptado es para aprender. Es como una clase, que la puede hacer cualquier persona que tenga una condición mínima. Personas con distintos niveles de discapacidad lo pueden practicar, desde quienes tienen hemiplejia hasta tetraplejia, pasando por personas con alguna discapacidad visual”, explica.

O sea, las posibilidades para que te aventures en esto están. Ahora falta que elijas la playa perfecta para comenzar… Aquí te recomendamos Matanzas, en la Región de O’Higgins, ya que ahora cuenta con la rampa para silla de ruedas, una escuela preparada en surf adaptado y, claro está, unas olas perfectas.
Ubicada a 161 km al suroeste de Santiago y a 100 km al norte del popular balneario de Pichilemu, Matanzas es considerada un “verdadero paraíso del surfista”. Y aquí te esperan en OMZ Escuela de Surf, donde los instructores están capacitados para ofrecer un inolvidable bautizo con el entusiasmo y las ganas como principales requerimientos.

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¿Cómo es la experiencia? Isabel Aguirre relata: “Me tocó vivirla por primera vez hace un par de años y fue increíble. De partida, es emocionante de por sí meterse al mar. Como usuaria de silla de ruedas, generalmente cuando vas a la playa te quedas en la orilla, y entrar más al interior y sentir que flotas en el océano es una sensación indescriptible. Lo otro es poder realizar actividad física con un poquito de adrenalina. Es una mezcla de sensaciones que te ayudan a salir del mar con la máxima felicidad”.

La duración de la clase de surf adaptado es de unas dos horas si incluimos el momento de equiparse, la instrucción y el calentamiento. La experiencia en el agua propiamente tal es de unos 30 a 45 minutos, dependiendo de la resistencia de la persona que lo realiza.

Pero Matanzas no es la única alternativa para vivir esta aventura. Si eres de los que aman la adrenalina, tu opción perfecta puede que sea otra playa: Puertecillo, a 27 km al sur de Matanzas. Para algunos es un “tesoro escondido” del surf nacional, con oleajes que suelen ser más intensos. Sin embargo, esta condición no implica que no sea apta para aprender. La escuela PuerteZion está preparada en surf adaptado para todos los niveles, y la playa tiene el mismo grado de accesibilidad que Matanzas.

“En estas clases siempre se prioriza la seguridad de la persona y se ve cuál es la necesidad de instructores que tiene cada una dependiendo de su discapacidad. Generalmente se usan dos instructores. Están siempre pendientes y si te caes al agua te recogen inmediatamente. Es una actividad bien segura”, dice Isabel.

Las olas de La Serena

Más al norte, La Serena también cuenta con una pasarela inclusiva y todas las condiciones para realizar surf adaptado en la playa Los Fuertes, cerca del Faro de la ciudad. Es de oleajes mayormente suaves, por lo que es una muy buena elección para que te inicies en este deporte. Aquí, la escuela de surf Poisson te enseña a montar las olas con total confianza y equipado con los elementos de adaptación necesarios.

Así que, con todos estos datos, ahora sólo queda atreverte. La recompensa puede ser invaluable, o por lo menos eso nos dice Isabel: “Un participante una vez nos dijo que después de dos años de su accidente, por primera vez se sintió vivo. El surf genera una emoción tremenda, que muchos piensan que no podrían volver a vivir”.

¿Para quién es el surf adaptado? Pueden hacerlo personas con distintos tipos de discapacidad. Se practica sentado en la tabla o de vientre dependiendo del grado de movilidad. No requiere de experiencia previa.

¿Dónde están las pasarelas inclusivas? En Pichilemu, Matanzas, Puertecillo y La Serena. Su acceso es gratuito, al igual que la silla anfibia, la que se pide en las escuelas que ofrecen surf adaptado de cada playa.

Contactos: Wheel The World: www.gowheeltheworld.com, Instagram: @wheeltheworldcl OMZ (Escuela de surf Matanzas): www.omz.cl, Instagram: @olasdematanzas Puertezion (surf Puertecillo): www.puertezion.com Instagram: @puertezionchile Poisson (surf La Serena): https://escueladesurfpoisson.wixsite.com, Instagram:@escuelasurfpoisson

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