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La ruta pisquera del Limarí

Fecha de Publicación: 2022-05-15

La ruta pisquera del Limarí
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Este 15 de mayo se celebra el Día del Pisco y por ello queremos presentarte una ruta para conocer este destilado y la zona donde nace, pero una menos clásica y sí llena de sorpresas. Un dato: la mayor cantidad de superficie de uva pisquera del país está en la provincia del Limarí, en el valle del mismo nombre y en los aledaños, que van de cordillera a costa. Aquí, en la Región de Coquimbo, donde priman los cactus y los pimientos por doquier, viñedos y parronales sortean la crisis hídrica más seria que jamás hayamos tenido. Pero la uva sigue creciendo, aunque en menor proporción, con la misma fuerza de siempre, porque las siembras de esta parte de Chile son hijas del rigor.

Chañaral de Caren ©JulioTaborga1_1200px

Buscamos las pisqueras más escondidas, las que mantienen un carácter artesanal, apegado a las antiguas costumbres y dirigido a un público de nicho. Lo primero que encontramos es Pisco Ovalle, muy apetecido hoy por quienes saben de destilados. También muy solicitado por bares y botillerías. Sebastián Dabed, uno de los sobrinos del creador, Elías Álamo Tuma, señala que les satisface mucho que su producto esté asociado con la ciudad de Ovalle y detalla que el suyo es un pisco más añejado (tres años), con muchas notas de madera porque ocupa barricas de roble americano. Por eso, dice, “más bien parece un Jack Daniel’s”.

A MALPASO

En la salida oriente de Ovalle encontrarás el camino que te llevará a una pisquera que en los últimos años ha alcanzado gran notoriedad: MalPaso. Para arribar a ella debes conducir sólo 13 km y tomar la Ruta 585, con destino a Huamalata. Conviven en el camino pequeñas viviendas de campo con casonas de buen diseño y arquitectura, lo que habla de las ventajas de vivir a corta distancia de la ciudad y con todos los pros de la tranquilidad de pueblo pequeño. Entre Villaseca y Samo Bajo está la hacienda Huamalata. Alberga una planta extremadamente cuidada y vasta, propiedad de la familia Prohens. Son 100 hectáreas de parronales que en esta fecha brindan una fiesta con sus tonalidades de verde. Se encuentran en plena vendimia, de manera que esperan reactivar las visitas de público en agosto, con la sorpresa de una tienda interactiva.

Chañaral de Caren ©JulioTaborga2_1200px

La pandemia los hizo dejar stand-by la apertura del hotel y del restaurante, ya construidos, iniciativa que los tiene muy entusiasmados porque hoteles boutique del vino sí hay, pero no de pisco. Quieren realizar tours experienciales, de modo que el visitante pueda estar ahí al menos el día completo recorriendo las parras, tomando sol o preparándose un sour con los limones que ahí cosechan. “Para que el visitante pueda sentir, tocar y oler”, dice Óscar Andrade, agrónomo y jefe del departamento de Innovación. A medida que avanzas por la ruta pisquera, comienzas a notar las diferencias entre las uvas. Por ejemplo, MalPaso ocupa uva moscatel rosada y de Alejandría en su totalidad, a excepción de la Pedro Jiménez, que se usa para un especial de 40°.

Malpaso cuenta con dos especiales de 35º, los dos con las variedades de moscatel al ciento por ciento, porque, según explica Óscar, “es una uva más aromática y muy expresiva”. Pasan por un breve reposo en barricas de madera y luego en otras de acero inoxidable, resultando un pisco amarillo dorado. El reservado de 40° está hecho de las dos variedades de moscatel y lo llaman ‘maderizado’, porque su reposo, algo más largo, se hace en barricas de roble americano y francés. El resultado es un líquido amarillo ámbar.

Con el otro pisco de 40°, el de la variedad Pedro Jiménez, se arriesgaron, señala Andrade, porque ocuparon una uva que no ha sido muy valorada en general, pero que ha tenido una buenísima acogida, porque es más neutral en su aroma, posee ribetes cítricos y es muy versátil. El Ícono, el reservado premium, está hecho con las dos variedades de moscatel y tiene un reposo de seis meses en cubas de acero inoxidable. Su pisco es nítido, brillante y con destellos plateados. “Los nuestros no son piscos especialmente maderizados -aclara el ejecutivo de MalPaso-, porque nos gusta que la fruta se exprese en el producto final”.

HACIA CHAÑARAL DE CARÉN

Desde Malpaso puedes dirigirte por caminos interiores hacia la segunda opción que te presentamos: la pisquera Chañaral de Carén. Si regresas unos cuantos metros encontrarás a tu izquierda, en Villaseca, la Ruta D 583, que te llevará hasta la D 597, rumbo a Monte Patria. En esa comuna, que se recorre curva a curva y que a cierta altura va bordeando el embalse La Paloma, está Chañaral de Carén. No es cerca, considera al menos unos 40 minutos para llegar. La ruta es hermosa y muestra pueblos con las típicas casas de adobe alargadas hasta el fondo, de fachada continua, con puerta directa hacia la calzada. Pimientos y buganvilias a la orilla del camino son característicos en Chilecito y Carén. Al fondo, la Cordillera de los Andes.

Chañaral de Caren ©juio_taborga_DSC_0622_1200_px

Después de Carén está Chañaral de Carén. Frente a una quebrada, pero hacia el valle del Río Grande, te toparás con una de las pisqueras artesanales más reconocidas de la zona, propiedad de los hermanos Marcial y Arístides Taborga, y dirigida hoy por Julio, hijo de este último. Su jefe de planta es Luis Orrego, una eminencia en destilados, cuya carrera se inició a los 12 años de edad. Él es el responsable del pisco artesanal de Chañaral de Carén, además de otras marcas que la pequeña empresa elabora a pedido. Lo sorprendimos incluso embotellando un pisco para China.

La planta es rústica y ciento por ciento campesina, lo que la vuelve aun más atractiva. Su producción y embotellado es a la antigua, y en su destilación todavía ocupa alambiques de cobre y leña directa para alcanzar la temperatura necesaria. “Este pisco es muy bueno porque respetamos los procesos. La destilación, sobre todo, es la mejor”, dice Orrego. Todo esto puede confirmarse en una visita guiada en la misma pisquera.

Y TERMINAMOS EN TOLOLO

Viña Tololo es otra joyita limarina a la que puedes llegar en un segundo día de recorrido, pues está hacia el oeste del valle. En la salida sur de Ovalle enfilas por la Ruta D 505 y en unos 40 minutos estarás en Quebrada Seca, Km 10, donde se emplaza esta viña que elabora piscos, vinos y espumantes. Es de propiedad de un grupo de connotados enólogos.

Está a 18 km de la costa, de manera que el ambiente es más fresco. Cristián Muñoz, jefe de Marketing de la compañía, explica que cuentan con un pisco ultra premium “que nace de los suelos calcáreos y termina en un destilado del corazón de la uva”. Se trata de un pisco de 40° de alcohol frutoso en sus versiones Blue y Black, que “mantienen toda la esencia de la madera del roble”.

En esta parte de Limarí el valle se ensancha, se siente más de cerca el aire frío del mar y el sol pega fuerte en las tardes, cuando se pone. En Limarí aprendes no sólo de uvas, procesos y licores, sino también de estrellas y de las bondades de su suelo.

Contactos: Pisco MalPaso: www.malpaso.cl

Pisco Chañaral de Carén: www.piscochanaraldecaren.cl Tel.: +56 9 8 342 6686

Viña Tololo: www.tololovinos.cl Tel.: +56 9 3 869 3971

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