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Redescubriendo mi ciudad en pandemia

Fecha de Publicación: 2021-04-01

Redescubriendo mi ciudad en pandemia
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El confinamiento y las restricciones de desplazamiento nos incentivaron a ver el lugar donde vivimos de otra manera. Durante el verano que recién terminó, tuvimos la oportunidad de descubrir pequeños tesoros que estaban a pocos kilómetros de nuestra casa, y acá compartimos los mejores datos de cuatro personas que se reencontraron con su entorno. Ideal para sumarlos a la lista de destinos pendientes.

Uno de los destinos más recomendados para visitar en La Serena es el Valle de Elqui. Belén Medina vivió 18 años ahí, y durante sus vacaciones en el sector conoció dos lugares nuevos: la extinta ruta del Tren Elquino, que conectaba La Serena, Vicuña y Rivadavia, cuyas estaciones abandonadas quedaron como vestigios de una época en que el ferrocarril estaba en auge, y El Tambo, localidad que alberga la iglesia más antigua del valle y donde convivieron culturas tan ancestrales como los churrumatas y los diaguitas.

Ubicado en la precordillera de Linares, el Cajón del Achibueno es una de las joyas del Maule Sur. En el verano, Rodrigo Sánchez llegó hasta las Cascadas de las Ánimas, compuestas por dos vertientes que forman pozones de color turquesa y que son aptos para bañarse. En el lugar, rodeado de grandes montañas, se pueden apreciar especies endémicas como arrayanes, colas de zorro y avellanos. La ruta se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo.

Considerada la capital del sur, Concepción ofrece un amplio abanico de panoramas. Sebastián Zúñiga regresó a su ciudad natal y visitó por primera vez la Península de Hualpén, donde se produce la desembocadura del río Bío Bío y está ubicado el santuario de la naturaleza del mismo nombre. Desde este atractivo geográfico se puede hacer avistamiento de aves y también apreciar, gracias a la altura del cerro, todo Concepción: una ubicación ideal para ver atardeceres.

Carolina Pino y su hijo Nikolás son nadadores, pero tras el cierre de las piscinas quedaron sin un espacio para entrenar. En septiembre pasado decidieron comprarse trajes de neopreno y nadar en el lago Llanquihue, el segundo más grande de Chile y desde donde se puede ver el volcán Osorno. Conocido por sus aguas heladas, los habitantes de Puerto Varas y sus alrededores lo redescubrieron como una gran piscina natural en la que pueden practicar nado en aguas abiertas, velero, padel y remo manteniendo tranquilamente el distanciamiento social: el lago tiene una superficie de 860 km2.

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