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Biodiversidad y turismo responsable: cómo proteger nuestro patrimonio

Fecha de Publicación: 2021-05-22

Biodiversidad y turismo responsable: cómo proteger nuestro patrimonio
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El 22 de mayo es el Día Mundial de la Biodiversidad. Para contribuir a la preservación de los ecosistemas del país, te contaremos cómo puedes ser un turista respetuoso con tu entorno y cómo mitigar el impacto en los destinos que visites eventualmente. Chile tiene cerca de 31.000 especies nativas entre plantas, animales, algas, hongos y bacterias, y su existencia es parte de nuestro patrimonio natural y cultural. Aprovecha este período en casa para aprender a cuidarlo.

Gloria Howes, directora de Educación Ambiental de Fundación MERI, dice que el primer paso para cuidar nuestra biodiversidad a la hora de viajar es informarse. Por ejemplo, si te gustaría viajar a la costa y hacer un avistamiento de cetáceos, idealmente deberías ir entre los meses de octubre y abril, cuando quizás ya sea posible viajar, y saber si están en época de reproducción o de migración para mantener una distancia prudente y no alterarlos. Si te gustó la idea, toma nota: en Taltal se pueden ver ballenas francas, jorobadas y rorcuales, mientras que, en Aysén, en la Isla de Melinka, hay familias de ballenas jorobadas, azules, sei e incluso orcas.

Antes de contratar a un tour operador, revisa el listado del Servicio Nacional de Turismo y elige entre quienes tengan el sello S. Éste garantiza el cumplimiento de criterios de sustentabilidad en aspectos medioambientales, socioculturales y económicas. Un paso más allá es informarse sobre sus protocolos de cuidado del entorno, preguntándoles cómo se relacionan con la comunidad, si fomentan la educación ambiental en establecimientos o si los productos que ofrecen (como los snacks) provienen del comercio local.

Otra recomendación es desinfectar tus zapatos y equipo antes de visitar un nuevo destino. Gloria Howes explica que es muy usual acarrear en el calzado, sin saberlo, especies peligrosas para los ecosistemas. El Didymo, por ejemplo, es un alga invasora cuya presencia reduce la población de peces y otras especies acuáticas. Para evitar estos riesgos, basta lavar tus implementos con detergente o aerosol desinfectante.

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Cuida tu huella Chile tiene una rica diversidad de áreas silvestres. Actualmente hay 106 áreas protegidas que equivalen al 21% del territorio nacional, y que al estar bajo la protección de la Conaf son destinos que se enfocan en el cuidado del entorno. Desde el Monumento Natural Islotes de Puñuhil en Chiloé hasta el Salar de Surire en Putre; desde el Parque Nacional Lauca hasta el Corcovado, todos tienen paisajes naturales inolvidables y ofrecen distintas experiencias para sus visitantes. Por lo mismo, debemos procurar que la única huella que dejemos al irnos sea la de nuestros pies.

Mario Pinto, jefe del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de la Conaf, observa que, si bien los visitantes saben que está prohibido hacer fogatas, es necesario reforzar algunas prácticas para mitigar su impacto en la naturaleza. Lo más importante, aunque parezca evidente, es no dejar basura en el lugar y no llevarse elementos “de recuerdo”, como flores, ramas o restos arqueológicos. Lo mismo pasa con los senderos: al respetar los caminos evitamos dañar especies que pasan desapercibidas, como hongos, musgos y bacterias.

En resumen, la manera más simple y necesaria de cuidar la biodiversidad del país es generando en ella el menor impacto posible. Menos, es más. Cuando por fin podamos reconectarnos con la naturaleza biodiversa de nuestro país, lo mejor que podemos hacer por la flora y fauna locales es que no se den cuenta de que estamos ahí. Si alimentamos a los animales, por ejemplo, rompemos la cadena trófica, y según Pinto, de la Conaf, los ruidos molestos son igual de dañinos: aunque a veces no la veamos, la fauna local está presente y se verá perturbada con sonidos que no sean propios de su hábitat, lo que puede repercutir en su conducta.

Los bosques de La Araucanía, los glaciares de la Patagonia y los salares de Atacama, por nombrar algunos de los encantos naturales de nuestro país, hacen de cada lugar un ecosistema único. La biodiversidad de cada rincón de Chile genera especial interés educativo, científico y recreativo, y proteger nuestro patrimonio natural es tarea de todos. Lleguemos preparados a nuestro próximo destino cuando sea posible volver a viajar.

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